El "juego" de hacer tu propio vino. Hazlo en colaboración con Mustiguillo y su enólogo, Toni Sarrión.
Toni Sarrión, el director y copropietario de la bodega, ya está instalando las 'webcams' sensores y demás parafernalia. SingularWINE inicia su andadura con Bodega Mustiguillo, pero el proyecto prevé la incorporación de bodegas europeas, de Sudamérica, Oceanía y Norteamérica. Ya hay una argentina en primera línea.
El juego es así: En primer lugar, el usuario se plantea un vino objetivo, de su agrado, por aproximación desde la zona vitivinícola hasta los detalles de embotellado, pasando por la viña, la bodega, tipos de vino que obtiene, sus recursos y procesos. Luego adapta, guiado por la bodega elegida, la planificación a sus gustos personales. Finalmente, toda esa planificación se lleva a la realidad y el juego se convierte en proyecto. La bodega adjudica las cepas, decisiones de viticultura, planes de calidad, barricas necesarios para realizarlo.
Todo lo comparte totalmente mediante una información en tiempo real en la página de internet del proyecto; vídeos explicativos de las operaciones y criterios a aplicar en sus cepas, uva, vino; fotos descriptivas y notificaciones del avance del proceso para preparar futuras decisiones de proceso que el usuario deberá tomar; informes del producto en proceso, muestras para catar y las botellas de su vino obtenido al final del proyecto; foro exclusivo del proyecto donde, durante toda su realización se plantean las dudas y se mantienen discusiones entre el enólogo de la bodega y el usuario.
Si el vino que se plantea el usuario es interesante pero el proyecto para obtenerlo le resulta demasiado caro, puede divulgar su proyecto en SingularWINE en busca de socios y que compartir la experiencia, costes y el vino obtenido. En este caso las decisiones colaborativas se toman por votación en el foro: si hacer o no vendimia en verde, momento de la vendimia, decisiones enológicas… Y la bodega, como hemos podido comprobar en Mustiguillo, va informando de cada paso, incluida una webcam fija sobre la pequeña parcela de la que saldrá el vino.
Los precios equivalen a un 150% de lo que costaría comprar una botella de esa calidad (según crianza, etcétera) en el comercio. Pero cientos de decisiones tomadas por el usuario harán de ese vino algo totalmente suyo. Y tendrá el objetivo, por ejemplo, de sacar algo mejor que un Quincha Corral o un Terrerazo…
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